Amanita Caesarea, indiscutible reina de la belleza y un diamante en la mesa
Amanita Cesarea, oronja, ou de reig (en catalán) o huevo de rey, gorringo, yema de huevo, tana, monjola, araiña, ovoli… muchos nombres diferentes para denominar a la reina de las setas. El nombre de Amanita Cesarea, le viene por la afición que tenía a ella el emperador César Augusto, que se las hacía traer por correo especial a caballo desde todos los rincones del imperio, Hispania entre ellos.
En Panpintao vamos a trabajar esta seta tan embajadora con un tradicional ajo arriero, toques melosos, suaves, grasos y picantes con el perfume de la seta, pensamos que estos factores favorecerán al plato.
“Sin hongos no habría bosques, sin ir más lejos”
Otoño: tiempo de hongos y setas
Con las primeras lluvias de otoño los micelios de los hongos se desarrollan, aflorando multitud de especies de setas. En nuestra zona geográfica las más comunes son las de cardo y las variedades de chopo. Sería extenso relatar las miles variedades y especies y, menos aún, identificar las comestibles de las tóxicas. Mi consejo, acudir a los especialistas y evitar riesgos innecesarios. Uno de los puestos más especializados y con mayor oferta de setas es La Felipa, en el Mercado de Abastos de Aranjuez, muy cerca de nuestra ciudad de Pinto, ya que ofrece un apartado dedicado en exclusiva a las setas y, en plena temporada, este espacio cobra cuerpo y vistosidad.
Los ceps, hongos calabaza, edulis, … son setas que se adaptan a una gran cantidad de suelos. Prefiere los suelos ácidos, bajo robles, hayas, pinos, castaños, y también entre brezos, helechos y jaras. Esta facilidad de crecimiento es sin duda una de las causas de su popularidad.
Esta especie de boletos crece asociada arbustos, plantas y árboles y su simbiosis beneficia tanto a la especie vegetal como al propio hongo, pudiendo ambos captar nutrientes con ayuda el uno del otro. Además, sus esporas presentan resistencia a las heladas o la sequía, con lo que el suelo siempre está enriquecido como para que éstos se desarrollen.
El rebozuelo o chantarela es uno de los hongos más apreciados en nuestra cocina. Presenta un sombrero de 4 a 12 cm. de color amarillo (aunque puede variar hacia anaranjado, en función del tamaño) y tiene pliegues en lugar de láminas, de manera que forma una única estructura. La carne es blanca amarillenta, posee un olor característico a fruta y es de sabor agradable. Nosotros la ofrecemos junto con lomo de ciervo asado en un guisito de rebozuelos al amontillado con anacardos y acompañado de moras silvestres.
Preferentemente brota en terrenos silíceos con suelos ácidos procedentes de la degradación de cuarcitas, areniscas, granitos, gneis, pizarras y esquistos. Se asocia a robles, hayas, encinas, pinos e incluso jaras y estepas. Para fructificar necesita abundante humedad, aunque gracias a su mecanismo de hidratación, es capaz de sobrevivir tras varios días de calor fuerte.
Ciervo en la Comunidad de Madrid
El ciervo es el mayor de los herbívoros silvestres de la Península Ibérica.
El final del verano y la llegada de los meses otoñales constituyen uno de esos momentos mágicos de la naturaleza: despedimos a las especies que vinieron a pasar con nosotros el estío y nos preparamos para recibir a las que arribarán para la invernada, los colores del campo cambian, brotan setas en bosques y praderas… Y el ciervo berrea, ofreciendo uno de los espectáculos más impresionantes de nuestros montes.
En la época otoñal en los montes que conforman la Sierra de Madrid, ocurre un espectáculo natural único y salvaje: la berrea del ciervo.
Saben que las hembras estarán en breve listas para concebir y están decididos a propagar sus genes. Para ello se asomarán a los calveros de los montes y lanzarán a los cuatro vientos su potente voz para decirles a los demás venados que ese lugar tiene dueño y también las hembras que en él pastan, algo que tendrán que defender con sus cuernas si algún rival decide ponerles a prueba.
Eso serán situaciones propicias para el aficionado a la caza y ante esa tesitura no queda más que respirar hondo, apoyar bien el arma y tener paciencia hasta el momento perfecto.
La actividad la desarrollaremos en las dehesas del Monte de El Pardo, siendo este un lugar idílico para ser testigos de la berrea del ciervo, un momento en el que las hembras de esta especie entran en celo, hecho que desencadenan una brutal competición por ser el líder que tendrá la oportunidad de aparearse con ellas, dando así continuidad a su linaje.
Este lugar ubicado en la Comunidad de Madrid es uno de los mejores lugares para verlo. Un hecho relevante para el éxito de esta actividad es la abundancia de ciervos que aquí se concentran. Durante el desarrollo de la actividad podremos escuchar también los ronquidos del gamo, los cacareos del águila imperial, el enigmático canto del mochuelo europeo o la observación de la esquiva cigüeña negra.
Por otro lado, en toda la mitad oriental del término municipal de Pinto, así como las estepas cerealistas ubicadas entre Pinto y Torrejón de Velasco, se pueden cazar jabalíes, conejos y palomas, todos los días de la semana desde el pasado 28 de Abril, en una superficie de 481.841 hectáreas, lo que supone el 60% del territorio madrileño.